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domingo, 12 de junio de 2011

LOS UNOS Y LOS OTROS

Fin de semana de locura y perfecto para que River salga favorecido por absolutamente todos los resultados de la fecha.
Claro que si, todos los partidos menos el de River, que tenía como meta ganarle a un Estudiantes pinchado en este último tiempo.
River debía ganar para no depender de nadie y dejar casi sin chances a Olimpo, su inmediato rival en la zonabaja. Pero el negro López nuevamente decidió distrubuir en cancha una formación austera, inentendible, poco audaz y mediocre.
Arano jugó pegado a Almeyda en una posición inédita y en la película anticipada, y en cartelera decía que River en la cancha de Quilmes jugaba una de terror y de suspenso sin dudas.
Y asi fue, porque los hinchas millonarios allá en el sur y todos los existentes diseminados por el mundo lo sufrieron, tuvieron dolor de estómago, sobre todo en el primer tiempo, donde el desprecio por el balón fue preponderante y se tuvo como protagonista la impresición y el forcejeo.
Almeyda tuvo una tarea sobresaliente en la distribución y en la marca al igual que Ferrari, quien rindió como lo debió haber hecho durante gran parte de su estadía en River.

Carrizo transmitió seguridad y Caruso aguantó solito arriba haciendo milagros para sostener el balón. El que falló de nuevo fue López que incluyó a Arano, quien durmió una siesta toda la tarde haciendo fouls constantes y tambien poniendo de manera tardia a Pavone faltando tres minutos y a Funes Mori mucho antes.
Nada hizo Rogelio que siempre perdió con los defensores una y otra vez. Fue un segundo tiempo aceptable mas allá de los grandes defectos de este River flaco y sumiso, que tuvo la virtud de no meterse atrás e intentar tener la pelota, pudo lograrlo y no es un dato menor.
Ferrari marcó para darle la ventaja a River con lindo zurdazo pero poco duró ya que Juan Manuel Diaz se cansó de hacer infracciones en su sector facilitando el empate del pincha minutos después con un golpe de cabeza del defensor Sarulyte.
El millonario depende del resto para seguir vivo, sigue respirando y no por sus propios medios porque hoy se gritan mas los goles de los demás y ese el aliciente de un River sin identidad que si se salva el domingo que viene sera por cuestiones ajenas y no por las propias.