El domingo que viene River contará con el apoyo incondicional de más de diez mil hinchas en el Estadio único.
Será un partido que definirá el futuro de ambos, no solo para el torneo sino también para el temible promedio que agobia a Gimnasia cada vez más.
El conjunto de López deberá aprovecharse de un rival que se encuentra en terapia intensiva y que todo le cuesta demasiado, sobre todo a la hora de concretar acciones de gol. Si a esto le sumamos esta buena racha millonaria de victorias consecutivas y toda la confianza que este equipo ha conseguido, River por lo menos no debería irse derrotado en esta visita importante ante los once de Cappa.
Serán los mismo once que derrotaron a Banfield, un equipo que seguramente saldrá de memoria siempre y cuando Lamela no cometa el pecado juvenil de hacer una falta innecesaria para dejar sin enlace a la banda.
Si hay victoria me animo a decir que este equipo puede salir campeón, pero atentos que para ganar hay que jugar mejor que el rival porque de esa manera siempre hay mas chances.
